“Estaban desayunando dos ancianos que cumplían 50 años de casados. Cada mañana, el esposo cortaba la punta del pan y se lo ponía en el plato de su amada esposa. Luego cortaba una rebanada de pan para él.
Esa mañana lo hizo igual, pero para su sorpresa ese día todo fue diferente. Al mirar a su esposa notó que ella estaba llorando. Entonces, angustiado le preguntó “¿amor que te sucede? ¿por qué estás llorando?”.
Ella le contestó “Es que yo pensé que por ser hoy nuestro aniversario de casados número 50, me ibas a dar la otra parte del pan y no la punta como lo haces siempre”.
La respuesta del esposo sorprendido fue: “Amor, es que yo cada día de mi vida te he dado la parte del pan que a mí más me gusta…”.
Seguramente habrás escuchado esta historia que ilustra la comunicación en las parejas. Pero también aplica para las relaciones con tus stakeholders. Y es que en toda relación se necesita un alto nivel de compromiso y una buena comunicación.
Para los que trabajamos en sostenibilidad la escucha activa de nuestros públicos de interés es clave para varios procesos. Es importante para diseñar la estrategia y el plan de acción, elaborar el análisis de materialidad, para construir programas, proyectos o acciones que van a impactar a los stakeholders. Y no puede faltar a la hora de llevar a cabo la rendición de cuentas a través de un informe de sostenibilidad.
Aunque la moraleja detrás de esta historia parezca muy obvia, la verdad es que es un error que cometemos muy a menudo.
Es común que las estrategias y análisis de materialidad se diseñen al nivel de directivos, sin contar con la participación de los grupos de interés. Diseñamos programas, proyectos y acciones pensando en lo que, según nosotros, es mejor para nuestros públicos. Y la rendición de cuentas termina siendo la narrativa de “la entrega del pedazo del pan que nos parece adecuado” para nuestros colaboradores, comunidades, etc.
5 errores que no debes cometer en los acercamientos a tus stakeholders
- Diálogos sólo a través de encuestas: las encuestas son un buen método de investigación, que ayuda a alcanzar una muestra representativa. Sin embargo, si no son bien usadas pueden generar desventajas. Algunos errores son:
- Limitarse a preguntas cerradas excluye la oportunidad de comprender el razonamiento detrás de las elecciones de las personas.
- Encuestas muy largas que terminan haciendo que el encuestado conteste cualquier cosa para terminar,
- Hacer la misma encuesta para todos los grupos de interés sin tener en cuenta sus particularidades.
- Diálogos solo para hacer informes: hacer una encuesta con los grupos de interés para sacar los temas para tu informe de sostenibilidad es olvidarse del potencial que tienen los diálogos. Aprovecha estos espacios y consigue información valiosa para tu estrategia, materialidad, programas.
- Diálogos cada tres, cuatro, cinco años: las relaciones son dinámicas y las personas van cambiando sus expectativas.
- Diálogos solo con ciertos stakeholders: Escuchar solo a los públicos con los que tienes una buena relación, tampoco es una práctica recomendada. Necesitas escuchar a tus públicos claves, especialmente a aquellos con los que aún no has logrado estrechar lazos.
- Diálogos sin acción: Abrir canales y espacios para escuchar a tus grupos de interés y luego no hacer nada es tan malo como no hacer diálogos. Responder no implica necesariamente cumplir con todas sus peticiones, pero sí ofrecer una respuesta clara y significativa.
Recuerda:
Las relaciones con tus stakeholders no tienen que ser perfectas, pero sí deben tener buena comunicación y compromiso.
Escrito por: Susana Chávez, Socia Consultora.