Un buen vocero nace o se hace

/ / Consultoría

En medio de esta pandemia, ¿Cuántas anécdotas podrías contar sobre desaciertos y malas experiencias de portavoces? o ¿hablar sobre aquellos que prefirieron mantener el silencio o delegaron generando más ruido frente a la situación? Sin miedo a equivocarme, seguramente serán varias.  Muchas empresas no habían elegido a sus voceros, no habían formado comités de comunicación en crisis, ni estaban entrenados para enfrentar situaciones como estas. 

Luego de estas experiencias y mientras vemos que de a poco baja la marea, llega un buen momento para pensar con detenimiento ¿cómo elegir al vocero o voceros de mi empresa? ¿un buen vocero nace o se hace?

En mi experiencia profesional asesorando a portavoces, les puedo decir que creo en las dos.  Hay quienes tienen habilidades innatas hacia la comunicación, son empáticos, cercanos y accesibles por naturaleza, y por ende logran conectar fácilmente con sus públicos.  

Sin embargo, también puedo afirmar que la mayoría de las aptitudes de un gran vocero, pueden desarrollarse con formación y práctica, logrando conseguir una buena labor.

Un buen portavoz debe tener las siguientes aptitudes: 

  • Ser empático
  • Ser estratégico
  • Ser disciplinado a la hora de prepararse
  • Ser conciso y concreto
  • Ser cercano y accesible
  • Debe tener un profundo conocimiento de la materia
  • Ser respetuoso 
  • Mantener las distancias
  • Ser prudente
  • Controlar su lenguaje no verbal
  • Tener control de sus emociones
  • Ejercer la escucha activa
  • Hablar correctamente (contar con un vocabulario amplio y facilidad de expresión y sobretodo saber adaptar su lenguaje a su interlocutor)
  • Estar dispuesto a aprender.

De todas estas, para mi la más importante a la hora de elegir al vocero es la última: “estar dispuesto a aprender”.  

Si tienes a un vocero que cree que ya se sabe todo, vas a tener a una profesional que no se prepara, que improvisa, que no pide ayuda, que no se deja aconsejar.  Este es el portavoz más difícil de manejar y el que más desaciertos va a cometer poniendo en riesgo la reputación de tu organización.  

La vocería es una disciplina y como todo en la vida si uno quiere ganar y superar los récords, debe ponerse en manos de expertos y practicar, practicar y practicar.

Si necesitas ayuda con este desafío, escríbenos (susanachavez@con3xionconsultores.com). Desde Con3xion Consultores (https://conexionconsultores.com/) nos encantaría apoyarte.