Años atrás viajé a las Islas Galápagos y nadé en sus hermosas playas donde el agua es tan transparente que ves tus pies, la arena y todos los animales que nadan contigo. Es una sensación tan intensa la que sientes que queda grabada en ti.
Reflexionando sobre la experiencia que viví en este lugar en comparación con las más de mil veces que he visitado la playa desde pequeña afirmó que fue la transparencia del agua lo que generó en mí un sentimiento de asombro, confianza y bienestar.
Soy Comunicadora Social y sé que la transparencia es clave a la hora de comunicar cualquier noticia, acción, programa. Pero también sé que en la comunicación corporativa tendemos a “mercadear” las buenas acciones de las empresas, buscando mejorar el posicionamiento de la marca y afianzar su reputación. Una regla que está de más decirla, solo las buenas noticias son parte del contenido de todos los canales de comunicación.
Sin embargo, cuando hacemos comunicación de la gestión de sostenibilidad las cosas deben cambiar un poco. Debemos aumentar “el grado” de transparencia y agregar una “pizca” de equilibrio en lo que comunicamos. Caso contrario podríamos caer en el greenwashing.
Cuando hablamos de sostenibilidad hablamos de los impactos positivos y negativos que la empresa genera y sobre los cuales ella toma acciones para mitigar, controlar, compensar o remediar. Todos sus programas, acciones, proyectos responden a un impacto identificado que, siendo un ciudadano corporativo consciente, la empresa ha tomado la decisión de gestionarlo responsablemente.
Es importante que las áreas de comunicación y sostenibilidad de las organizaciones se sienten a reflexionar sobre esto. De la mano de la comunicación de las acciones que hemos emprendido, necesitamos hablar del impacto, del efecto que produce la empresa sobre la economía, el medio ambiente, las personas, los derechos humanos. Sea este positivo o negativo.
Debemos perder el miedo y entender que:
la sostenibilidad es un viaje no un estado ni lugar. No existen empresas totalmente sostenibles. Todos estamos en proceso de mejora continua.
Cinco consejos a la hora de comunicar la gestión sostenible de tu empresa:
- Transparencia: Sé honesto y transparente. No, no eres perfecto. Nadie lo es. Incluso los más avanzados en la gestión sostenible, tienen mucho para mejorar. Tu mensaje debería girar entorno a: “Estos son mis impactos. Esto es lo que hago para eliminar, minimizar y controlar mis impactos negativos y esto lo que hago para maximizar mis impactos positivos. Estos son mis objetivos y metas porque estoy comprometido con apoyar a la economía, las personas y el planeta”.
- Datos: En la sostenibilidad no cuentan solo los hechos, necesitamos entregar la data que soporta esos resultados. Es importante contar con un sistema integrado de indicadores sociales, ambientales y de gobernanza que se reporten de manera periódica y que sirvan para sustentar tu comunicación. Por ejemplo: vamos a de decir que la empresa desarrolla a su personal y vamos a acompañar este mensaje con el promedio de horas de formación por empleado.
- Objetivos: Nuestro viaje de la sostenibilidad debe estar cargado de metas y objetivos para asegurar nuestro compromiso con la mejora continua. No basta con comunicar lo que has hecho, debes informar lo que vas a hacer en el corto, mediano y largo plazo. Por ejemplo: Hemos reducido nuestras emisiones de gases de efecto invernadero en el 2023 en un 5 % con relación al año base 2019. Además, mantenemos vigente el compromiso de reducir en un 20 % nuestras emisiones al 2030.
- Clara y didáctica: Asegúrate que el lenguaje de tu informe sea claro y cercano. Consejos para este punto: coloca ejemplos, gráficos, infografías, presenta testimonios e historias. Busca que la narrativa conecte con tu público.
- Sin adjetivos: Este punto se conecta con el punto 2. Coloca datos, brinda la explicación sobre estos y deja que tu público juzgue tu gestión. No caigas en el error de “echarte flores”.
Los informes de sostenibilidad son una excelente herramienta que nos ayudan a comunicar la gestión sostenibilidad de nuestra organización; y aunque uses o no un estándar al elaborar tu informe, te aconsejo incluir estos consejos que te hemos dado.
Y para concluir les aseguro que:
Nadie espera que seas perfecto, pero si que seas transparente y sin brillo.